Aunque parezca contradictorio es posible limpiar de forma incorrecta y es una circunstancia más común de lo que podemos creer. Nadie, o casi, lee las instrucciones de los productos de limpieza que tiene en casa. Parece muy obvio pero en dichas instrucciones del fabricante se encuentra la clave.
Éste detalla ahí la forma en que debe usarse su producto y las precauciones que se deben tomar al usarlos y sobre qué superficies se puede usar libremente y sobre cuáles es mejor no hacerlo.
- Productos de limpieza agresivos: La mayoría de las tareas de limpieza se pueden llevar a cabo con productos con un pH neutro. Es más seguro para todos, para quien los utiliza, para la familia y para los muebles y superficies. Salvo casos muy concretos prescindiremos de ellos.
- Demasiada cantidad de producto usado: Como si de un acto reflejo se tratara si en la etiqueta dice un tapón echamos dos o más. Más cantidad de producto no implica más limpieza ni menos trabajo en hacerla. Usar más cantidad de la recomendada por el fabricante es malo para el planeta, malo para nuestra economía y malo para nuestro tiempo pues muchas veces un exceso de producto genera un exceso de espuma que cuesta más de quitar.
- Excederse en la frecuencia de limpieza: Algunas superficies de la casa aguantan lo que les echen pero en cambio otras como los muebles de madera o melamina aunque soporten bien una frecuencia digamos normal en cambio pueden dañarse antes de tiempo si estamos continuamente limpiándolos.
- Momento para quitar el polvo: es cuando comenzamos la limpieza y siempre de arriba hacia abajo. Es absurdo limpiar primero y quitar el polvo después ya que esta acción genera siempre un desplazamiento del polvo hacia abajo.
- Dispersión: Mucha gente cuando comienza a limpiar gusta de hacer varias tareas a la vez y eso no tiene muy buenos resultados. Una tarea tras otra es lo mejor y cuando toca limpiar pues hacerlo, después habrá tiempo para otras cosas, llamadas, televisión, etc…
- Limpiar de forma impersonal: La limpieza es un trabajo y como tal hemos de hacerlo conforme a nuestra personalidad, sólo de ese modo conseguiremos convertirlo en una actividad más de nuestra vida. Limpiar a nuestra manera, procurando ser lo más eficientes posibles y sin gastar excesivos recursos en ello.